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Brotes de Azahar

En los naranjos, ya se aprecian como puntas blancas, los brotes de la flor más bella y mejor perfumada de cuantas hay, el azahar.

La llegada de los brotes de esta flor, nos anuncia, lo que todos los cofrades, deseamos y ansiamos, la llegada de nuestra visualización de la  Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, nuestro Dios hecho hombre, nuestro Alfa y Omega.

Aunque somos creyentes y tenemos Fe, necesitamos de visualizar los hechos acontecidos, hace dos mil años, cuando insultaron, blasfemaron, castigaron y crucificaron a Jesús de Nazaret, que redimió al mundo entero con ese acto de amor insuperable.

Pero no contentos con que llegue esta época maravillosa, para nosotros, los andaluces, tenemos que adornar la Semana Santa con nuestra forma de ser, con nuestro arte, con nuestra alegría y los momentos tan duros que se representan en los pasos, lo intentamos suavizar y endulzar con cariño y con bondad y así procedemos a engalanar los pasos con las mas bellas flores, que le den aroma y un contraste cromático al “paso” que haga que entre por el olfato ese “dulzor” y a continuación adornamos el andar del paso racheado, con el que llevan los costaleros a sus benditas imágenes, en un andar “calmoso” con delicadeza, para hacer mas llevadero el peso del madero, con el sonar de las mas bellas notas que se han podido crear para las imágenes entrando ese sonido por el oído y veremos acercarse o alejarse los “pasos” y será la vista la que disfrute y mientras los “pasos” pasan delante nuestra, en un acto reflejo tocaremos el canasto y disfrutaremos con la calidez de la madera dorada o del frío metal de los “pasos” de palio.

Y en un momento de tranquilidad, de calma, cuando las fuerzas parecen que se nos van, podremos disfrutar del dulce por excelencia de la Semana Santa, la Torrija y por fin, después de acompañar a las imágenes a sus parroquias, a sus casas, habremos disfrutado de la fiesta de los sentidos, como la nombro Igor Stravinski, allá por 1921 cuando viendo al Refugio de San Bernardo, tocándole Soleá dame la mano dijo estoy viendo lo que estoy oyendo.

Andalucía, es así, somos gente que intentamos aliviar el dolor de la Pasión, que consolamos el dolor de la Madre de Dios hecho hombre, que aunque Jesús muere crucificado, sabemos que al tercer día, va a resucitar y nos alegramos por ello, no nos quedamos en su muerte, esperamos anhelantes su vuelta a la vida y nos llena de jubilo ese momento.

 

(Fotografía  José Campaña)