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Bajó de los cielos a Sevilla, para hacerse Esperanza

Bajó de los cielos a Sevilla, para hacerse Esperanza

La festividad de la Esperanza se vive de forma muy intensa en la ciudad de Sevilla donde la Santísima Virgen María baja de los cielos para que el pueblo le bese sus divinas manos. Multitud de fieles y devotos de toda la geografía andaluza se dan cita en los distintos templos donde fe, amor y arte van cogidas de la mano.

GRACIA Y ESPERANZA

 

En la parroquia de San Roque, la imagen de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza  coronada estuvo expuesta en devoto besamanos con un inmejorable fondo, su Santísimo hijo, Nuestro Padre Jesús de las Penas, que presidia el centro del altar montado excepcionalmente para los cultos y besamanos por la onomástica de la Esperanza.

La sagrada imagen de la Virgen de Gracia y Esperanza situada sobre su peana, se encontraba en el centro del presbiterio, en el altar principal de la parroquia. Los respiraderos del palio fueron colocados a modo de escaleras y sobre una peana en el fondo, se situaba la imagen del Señor de las Penas ataviado con túnica de sarga morada lisa escoltado por varias piezas de candelería, a sus pies, un friso de claveles rojos. En las esquinas del altar figuraban la bandera de la hermandad y el guion de coronación.

Llamó la atención la utilización de los candelabros del paso de palio que se utilizaron para el llamativo exorno floral compuesto a base de orquídeas y alelíes blancos.

MACARENA

En las puertas del cielo una vez pasado el arco que lleva su nombre, la imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada esperaba el día de su onomástica. Largas colas llenaban la Resolana, pues nadie quiso perderse su día, el día en el que todo el mundo puede tener frente a frente a la Esperanza, llamada en esta tierra: Macarena.

Para esta ocasión la Santísima Virgen luce la saya denominada ‘de las Corbatas’ realizada por Esperanza Elena Caro y con la mantilla de aguja que fue donada en el año 2013 por María Isabel Gil-Delgado Queralt, camarera de honor de la Virgen; además luce el manto más antiguo que posee, el de malla o  “Camaronero” que diseñara Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

 

El conjunto del altar está conformado por un gran telón de terciopelo color burdeos que se remata con una cornisa configurada con los respiraderos y el moldurón de plata del palio junto a la embocadura de plata del camarín que ha sido recientemente restaurado flanqueado por las credencias de plata sirviendo de soporte de varias piezas candelería y jarras.

El exorno floral está compuesto por claveles, lilium, rosas blancas, nardos, tulipanes y margaritas verdes.

TRIANA y LA O

Al otro lado del río en el popular barrio de Triana son dos las Esperanzas que nos vienen. Una desde la calle Castilla y la otra desde la arteria principal del barrio, la calle Pureza donde vive la Esperanza de Triana coronada.

La mujer más guapa del barrio, esa gitana de rasgos muy andaluces, con cara morena, llamada Esperanza aparece vestida con el manto verde de Juan Borrero y la saya del 25 Aniversario de la coronación canónica de la virgen realizada en el taller de Santa Bárbara y diseñada por Francisco Javier Sánchez de los Reyes.

El retablo, cubierto en su totalidad con finas telas de damascos y terciopelo rojo hacían de fondo donde del cielo pendían lámparas «de araña» que iluminaban la capilla de los marineros.

En el frontal, un altar de plata del siglo XVIII traído desde la localidad gaditana de Medina Sidonia preside la escena custodiada por dos de las columnas de la antigua carreta de plata de la hermandad del Rocío de Triana. A su vez, aparecen unos candelabros realizados por el orfebre Juan Borrero y diseñados por Eduardo Crespo Rico.

El exorno floral constaba de jarras y pequeños centros a base de rosas de color marfil  y pequeñas flores en tonos blancos situados en las columnas de plata.

 

En la calle Castilla están de aniversario. La hermandad de la O este año cumple el 450 aniversario de su fundación.

María de la O, esta dolorosa trianera que también tiene advocación de Esperanza, estuvo vestida con sus mejores galas, la saya realizada en 2006 en el taller de Fernández y Enríquez y su corona de Oro todo ello realizado para su coronación canónica del año 2007.

Se nos presentaba un altar muy elegante en el que no faltaba nada, se empleó el respiradero frontal del paso de palio, como iluminación varias piezas de candelería asimétricamente colocadas de modo que el centro estuviera visible y sobre la peana, el SINE LABE CONCEPTA de la hermandad. La bandera pontificia y la de hermandad fueron colocadas en las esquinas del altar donde remataba un dosel y como punto más alto una bambalina.

Como adorno floral, se repartieron las jarras de entrevarales por distintas zonas del altar, ya fuera en el suelo escoltando a la sagrada imagen de la Virgen así como en el altar. Compuesto en forma de piñas por lilium y rosas blancas que son muy comúnmente utilizadas para la Santísima virgen pues el blanco y la azucena simbolizan la pureza virginal.

EL SOL

Nos trasladamos a la iglesia de San Diego de Alcalá donde radica canónicamente la hermandad del Sol. La priostría de esta hermandad cada vez nos sorprende más por su buen hacer de las cosas en lo que se refiere al montaje de altares de cultos y besamanos.

Para tal ocasión la Virgen del Sol fue colocaba bajo el altar para su devoto besamanos. Vestida con el nuevo manto con vistas bordadas por Ana Bonilla y diseño de José Manuel Bonilla Cornejo. Figuraba en el centro del altar el simpecado mariano de la cofradía, el cual estaba escoltado por las imágenes de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena, ambos cotitulares de esta hermandad del Sábado Santo sevillano. Como fondo utilizaron la bambalina frontal y el antiguo techo de palio, y como elementos decorativos varias piezas de candelería así como los candelabros que se sitúan en el frontal del paso de palio.

En cuanto al exorno floral estaba compuesto por piñas cónicas de claveles blancos en las jarras del palio y en el friso del altar lilium y alelíes blancos que prendían de las esquinas del mismo.

TRINIDAD

Exquisito es como se podría resumir el elegantísimo altar de besamanos de la Esperanza de la Trinidad Coronada.

Del techo pendían cinco lámparas de arañas últimamente muy de moda al ser utilizadas por muchas hermandades a la hora de montar sus altares de cultos. El color verde estuvo muy presente en el altar, pues unos cortinajes verdes hacían de dosel del cual remataba una corona real haciendo alusión a que la Santísima Virgen María es Reina de todo lo creado. De fondo, el resplandor que representa el Espíritu Santo, que anteriormente pertenecía al misterio alegórico del Sagrado Decreto de esta hermandad.

El exorno floral, blanco como el color predominante a base de lilium, claveles y además de varias ramas de alelíes. Repartidos en diferentes centros a ambos lados de la Virgen, así como en las jarras del paso de palio. Unas guirnaldas que caían de los cortinajes verdes remataban el conjunto floral dotándole de una perfecta armonía.