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El Alfa y Omega de Sevilla

De siempre ha sido sabido que si Dios se hizo hombre en Sevilla sería en Jesús del Gran Poder. Esta imagen que tiene la ciudad de Dios ha sido para mucho y para el mío personal lo más divino que uno ha podido observar. A Él, a Jesús del Gran Poder, este nazareno que realizara allá por el 1620 Juan de Mesa y que fuera encargado por la hermandad del Dolor y Traspaso. Quién lo diría que se convertiría en la imagen cristífera con más devoción de la ciudad hispalense y que con el tiempo se ha convertido en una devoción universal que ha dado la vuelta al mundo.

Como queda reflejado en su túnica persa, “Alfa y Omega”, principio y fin de lo creado.

¿Por qué Él? Ese nazareno de San Lorenzo, el que sale cada madrugada, el de la larga zancá, al que lamentablemente algunos intentan modificar su recorrido o entrada ¿Por qué todo el mundo viene a pedirle a Él? ¿Por qué? La respuesta es muy fácil. Porque en sus manos está el Poder y el Imperio. En sus manos esta Sevilla y los corazones de todos sus devotos. El Señor al que todos los viernes se le reza el miserere, al que le llevan plegarias y peticiones en forma de claveles. Al que besan sus benditas plantas en un eterno besapies. Él, que entregó la vida para salvarnos y al tercer día ha resucitado.

El próximo 5 de noviembre de 2016 será un día inolvidable para Sevilla entera y para todos aquellos que lo queremos. Será eje central del año Jubilar de la Divina Misericordia, esa misericordia tan necesitada en estos tiempos tan difíciles. En estos últimos años hemos visto truncada sus últimas Salidas Extraordinarias como en el frustrado Vía-Crucis del año de la Fe en 2013, aunque en 2008 pudimos admirar esta bella imagen del Señor a plena luz del día en su traslado al convento de Santa Rosalía con motivo de las obras que se iban a realizar en su basílica. Además de numerosas procesiones rogativas, vía-crucis,…etc.

El Señor no solo sale para bendecir al pueblo ni para celebrar algún acontecimiento importante del cual debemos de alegrarnos, sino que saldrá para perdonar una vez más nuestros pecados, por ello va cargando con esa cruz tan pesada, ayudemos al Señor a caminar y es que Él tendrá misericordia de todos nosotros.

Camina despacio, no tenemos prisa hermano. Deja que este sueño dure y dure todo lo deseado. Porque el poder está en tus manos, con esa larga zancada camina mi Dios sevillano. El de la túnica persa, el mejor de los regalos. Alfa y Omega de esta tierra, principio y fin de lo creado. Que con tan solo verlo para el mayor de los llantos.

Y es que Jesús del Gran Poder es y será por siempre el principio y el fin del corazón de Sevilla.