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Entrevista a la periodista Irene Gallardo Flores

Irene Gallardo nació en Sevilla, en el seno de una familia cofrade, donde su padre, Alberto, capataz de los Gitanos, le inculcó el amor al Señor de la Salud y a su Madre. Es hermana también del Valle, la Vera Cruz y la Redención, entre otras.

Reconocida periodista, empieza su trayectoria en 1986 en Radio Meridional y desde entonces ha estado siempre vinculada a la información, bien sea por radio, televisión o prensa escrita.

Una gran profesional que ha retransmitido la Semana Santa en numerosas ocasiones. Y una gran persona que se acerca a Cinturón de Esparto para compartir con nosotros sus sentimientos y vivencias cofrades. ¡Gracias Irene!

¿Cuáles son los primeros recuerdos cofrades de la infancia de Irene?

Se remontan a la más tierna infancia. Con dos o tres años, recuerdo como mi madre, que el Señor tenga en su Santa Gloria, nos despertaba a mi hermana Rocío y a mí, para acercarnos a la ventana de nuestra casa, en la calle Padre Manjón, y así ver pasar la Hdad. de la Hiniesta, que regresaba a su templo de San Julián. Recuerdo aquellos momentos como si fuese ayer….la voz de mi madre, mostrándonos al Stmo. Cristo de la Buena Muerte y diciéndonos: “ahí viene papá”. Mi padre fue costalero del Stmo. Cristo de la Buena Muerte durante años. Recuerdo también, como mi madre, le curaba con agua y vinagre a mi padre, las llagas del cuello (la mataura, le llamaban) provocadas por las horas de soportar la trabajadera, sin relevos y sin solución de continuidad. Mi padre llegaba a casa a altas horas de la madrugada tras sacar los pasos (durante siete días y ocho jornadas) y pocas horas después se marchaba al Muelle, para trabajar en la descarga de mercancías que los barcos traían o al Mercado Central, para descargar fruta y verdura, a hombros, con las llamadas “capuchas de descarga”. Son tantas cosas las que se me vienen a la mente de aquellos tiempos…..¡cómo olvidar la mano de mi madre!, que fue la que me mostró la inmensidad de la Semana Santa, buscando a mi padre por los costeros del paso que sacaba ese día…..y el beso de mi padre, que me llenaba de alegría y angustia a la par (verle bajo el paso me dejaba siempre impresionada)…me tomaba en brazos y debajo de las andas, me mostraba al resto de sus compañeros de trabajadera, diciendo: “es mi Irenita”….recibía los besos de aquellos hombres, de rostros congestionados por el esfuerzo y cansados por los duros trabajos que soportaban sus cuerpos, en la mayoría de los casos, mal nutridos, adoleciendo de descanso y horas de sueño….. esa pequeña de ayer, esta mujer de hoy, como me dijo una vez mi admirado Carlos Herrera: “siempre será la niña de Gallardo”. Aquella que asomaba los ojos de caramelo que da la inocencia, al mundo real del sufrimiento y el compañerismo de aquellos costaleros antiguo mal llamados “profesionales”, ese otro mundo, que se vivía bajo las trabajaderas Cristo y su Bendita Madre.

¿Un cofrade nace o se hace?

Le diría que pueden darse ambas circunstancias. Nacemos en el seno de la familia que nos viene asignada en el destino. Luego, la vida nos lleva por uno u otro derrotero.

Tantos años en la información cofrade debe dar para muchas anécdotas ¿Alguna que recuerdes con especial cariño?

Muchas anécdotas y muchísimos recuerdos. Muchas personas, grandes cofrades, que se marcharon y que tuve el gozo y la fortuna de conocer….tantas cosas vividas y tantas por aprender. Hace más de veintisiete años que comencé en esta hermosa y difícil profesión del periodismo, de la mano de mi maestro y admirado profesional, Manolo Bará. Un cofrade convencido y un profesional que creó escuela. Era una cría. Comencé de becaria con 21 años, (entonces nos llamaban meritorios), en informativos…..¡no he redactado más en vida!… A lo largo de los años en el ejercicio de mi profesión, he pasado por la prensa escrita, radio, televisión, gabinete de prensa, información digital y revistas. He visto cómo ha ido cambiando la profesión, los profesionales y la información… Anécdotas muchas…..recuerdo que para hacer una retransmisión en directo, teníamos que andar “pinchando los teléfonos” y colocando una grabadora de cassette que iba al micro de mano y sin olvidarte colocar un cartel en el teléfono con una advertencia ¡“no colgar”!, si alguien tocaba el aparato telefónico, ¡nos habíamos cargado el momento del directo!…..tantas anécdotas tengo, como momentos emocionantes vividos. La radio tiene magia y permite la imaginación, te da la oportunidad de estar en lugares de privilegio para narrar en primera personas instantes únicos… somos los ojos de quienes nos oyen y eso conlleva una enorme responsabilidad. ¡Cómo echo de menos aquellos momentos y como me gustaría volver a la radio!

¿Qué requisitos cree Irene que debe tener el informador cofrade?

Por encima de todo que sea un profesional honrado y serio. Que no manipule la información, sino que la ofrezca tal cual es. Que sepa no difundir confidencias que pueden provocar más perjuicios que beneficios. Que sea coherente con los hechos que conforman la información y sobre todo que le ponga corazón, ganas y profesionalidad a su trabajo.

¿Hoy todo el mundo sabe de cofradías?

Si, si…..hoy todo el mundo sabe de toros, de futbol, de Cofradías… Y así nos va… Y me voy a callar, porque como dice el refrán: “valgo más por lo que callo que por lo que hablo”.

Hablemos de pregones ¿Cual fue el que te emocionó de verdad?

Pues soy muy reacia a acudir a pregones…sobre todo porque se ha desvirtuado tanto este asunto, que hoy se da un pregón hasta a un búcaro (risas). He tenido la oportunidad de asistir, por mi trabajo, en muchas ocasiones al pregón de laSemana Santa, he oído y visto de todo…..pero en honor a la verdad ha habido algunos que me han calado hondo, como el de mi amigo y hermano Rafael de Gabriel García, que hizo llorar hasta al Cardenal Amigo Vallejo.

Como pregonera ¿Qué es lo que nunca debe faltar en un pregón cofrade?

Sentimiento, conocimientos, historia, emociones, vivencias, buena dicción, buena entonación, transmisión y sobre todo mucho corazón, mucho…

¿En cofradías que significa sevillana?

Mi buen amigo Manolo Picón, gaditano, diría que eso es lo que sobra en la Semana Santa de Andalucía y yo lo rubrico. Cuando se pronuncia el apelativo “sevillanía”, en la propia ciudad de Sevilla, es admisible e incluso lógico. Viene a decir de algo, que es en cierta medida, muy de la ciudad, de corte clásico e incluso imprescindible. Pero cuando el término se extrapola a otras ciudades, me desagrada y mucho. Soy de la opinión de que en cada ciudad deben hacerse las cosas al modo de esa ciudad, desde el léxico a emplear en el argot, hasta las maneras de mandar un paso, por ejemplo. Andalucía posee una Semana Santa única y excelente, con una enorme variedad de matices y con un exponente de arte sacro y religiosidad popular únicos en el mundo. Ojalá la Semana Santa fuese en fechas distintas para poder acudir cada año a una ciudad distinta y amar, sentir, gozar y aprender de cada una de ellas. Soy de Sevilla y amo profundamente a mi querida Córdoba, me confienso una enamorada de Cádiz…. ¡que puedo decirle! Soy, ciudadana de un mundo llamado Andalucía.

¿La Semana Santa está bien como está o deberíamos cambiar algo?

Mi admirado poeta de Moguer, Juan Ramón Jiménez dejó escrito: “no tocad a la rosa, es así de hermosa”. Yo digo lo mismo de la Semana Santa. Están sucediendo hechos impensables hace tan solo unos años. Si pudiese cambiar algo, cambiaría las faltas de respecto al paso de las cofradías, las botellonas en la calle, los tapones que provocan las sillitas portátiles, el desapego por nuestras tradiciones, la mala educación, el incivismo y el descreimiento laico que por imperativo se nos ha venido encima….puedo decirlo más al to, pero no más claro.

¿Cómo vives cada cuaresma y que es lo que nunca perdonas?

Con mucha intensidad. En mi familia pertenecemos a varias hermandades y las papeletas de sitio ocupan buena parte de la mesa principal, junto con las medallas….el salón es una sucursal de ¡”La Casa del Nazareno” con tanta túnicas colgadas! (risas). Procuro no faltar al Via Crucis de mi Cristo de la Vera Cruz, al convento de las Capuchinas de Sta. Rosalía, a la función principal de mí Virgen del Valle, a escuchar por la radio (si no trabajo en la retransmisión) el pregón de la Semana Santa, a ver los pasos montados de flores de mi cofradía de los Gitanos……y hacer un viaje a Córdoba para ver a mis amados Titulares de mi cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Santísima Nazarena.

¿Qué momento de la Semana Santa procuras no perderte ningún año?

Eso es difícil, ya que las circunstancias cambian cada año, sobre todo por temas de trabajo. Intento escaparme para ver San Roque, y llevarles un tente en pie a mi marido y a mi hijo, que salen en la cofradía del Domingo de Ramos. Ver en la mañana del Viernes Santo a mi Cofradía de los Gitanos de regreso. Vestir la túnica de Vera Cruz y del Valle, para hacer Estación de Penitencia el Lunes y el Jueves Santo, respectivamente. El regreso de la Amargura, la Carretería por su barrio, San Bernardo por Santa Cruz, La Bofetá en la Gavidia, La Cena en Gerona, Los Servitas por Santa Ángela,La Mortaja por Dña. María Coronel, El Cachorro por San Pablo, La Soledad en su barrio de San Lorenzo, La Trinidad por Sol…

¿Qué opinas de las nuevas formas en los procesos electorales de las cofradías?

Me escandaliza ver como se han convertido en campañas políticas. Esto no hace ningún bien a las cofradías….el proceso se ha desvirtuado en gran medida.

¿Cómo ves la idea que se está planteando desde Roma de fijar la fecha de la Semana Santa?

Pienso que nos gusta mucho “marear la perdiz” y que nos encanta tener un tema de disputa, creando una noticia donde muchas veces no la hay. Cierto es que lo ha mencionado Su Santidad, pero creo que también es cierto que el Papa Francisco no imaginaba lo que aquí en el sur iba a dar que hablar el asunto.

¿Tu sueño cofrade?

Acompañar a mi padre…. Me hubiera encantado haber sido el segundo o tercer capataz de su equipo…..siento una enorme admiración por su trabajo y por su manera de mandar un paso. Antes de vestir el traje negro, se caló el costal y se ciñó la faja, durante treinta y cinco años, en tiempos duros de trabajadera, sin relevos ni miramientos para los hombres de abajo, en aquellos tiempos al costalero se le despreciaba, se le miraba con un ser inferior y poco digno. Ha creado escuela y muchos son los que le imitan, pero amigo mío, ciertamente hay un solo y genuino Alberto Gallardo y ese es mi padre.

¿Conocías nuestra Web? ¿Qué opinión te merece?

Por su puesto que conocía vuestra Web y el trabajo que en ella hacéis. Me parece que tiene un formato muy cómodo, es rápida, muy completa y con ganas de informar sobre lo que más nos gusta… las cofradías. Os felicito por vuestro trabajo, amigos y hermanos. Paz y Bien.