Como tantas otras mañanas de sábado, José saluda con el educado automatismo que otorga la costumbre a los empleados del bar, quienes le sirven, educadamente, el primer café cortado del día. Sobrevuela un ánimo agitador en la atmósfera, y los hermanos trajeados desfilan por la barra con relativa urgencia, con sosegada inquietud, disciplinados, como un […]
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