En la noche del pasado martes el cartelista de la Semana Santa de Sevilla de 2018 acudió al último programa de “La Pasión”, emitido en el Correo de Andalucía TV y presentado por el periodista Víctor García Rayo. El cartelista, Pepillo Gutiérrez Aragón, comentó el proceso de creación de la obra desde su comienzo hasta su finalización.
El periodista comenzó la entrevista preguntando al artista cómo se le había hecho el tiempo que le había llevado. “Se me hizo largo cuando lo estaba haciendo, pero ahora miro atrás y me he llevado dos meses y medio dibujando y han pasado volando. He tenido dos meses y medio a Dios en la habitación”, afirmó el autor.
Gutiérrez Aragón expresó que está realizado a punta de grafito sobre papel schooller. “Han sido 2 meses y medio de trabajo, unas 500-550 horas. El tamaño de la obra es de 1,10 x 70 centímetros, y enmarcado de 1,50”.
Víctor García Rayo le preguntó al cartelista que le explicase el cartel si éste fuera invidente. “Se ve una en una primera imagen al Señor de Pasión, de cintura hacia arriba, desplazado a su derecha para que la composición tenga armonía con los demás elementos. Aparece con túnica bordada de flores y cardos, como si fuera la típica foto antigua que tienen nuestros padres y abuelos en la cartera. Tiene las manos entrelazadas y la cabeza girada, parece que te mira”. Pepillo afirmó que arriba aparece la palabra “Sevilla” porque está inspirada en las letras del cartel de Joaquín Sáenz del 92, “he querido dedicarle un homenaje”, y añada que dicho cartel con el Cristo de los Estudiantes ha estado siempre colgado en la puerta de su habitación.
A continuación, Pepillo sigue comentando su cartel, “en el lado izquierdo se representa la cruz de la Veracruz con lema de la hermandad. Es la cruz de guía que portó durante más de 40 años mi abuelo. Representa a la hermandad en total. Esa frase tiene tanto y conlleva tanto que tiene un trasfondo religioso más que estético”. Para finalizar con la explicación, el autor comenta que en el lateral está el Cristo de la Buena Muerte, “ahí está mi ADN y mis apellidos”.
El cartelista resumió afirmando que toda la fuerza del cartel está en las manos del Señor de Pasión y que nunca había tenido la oportunidad de pintarlo.
Posteriormente, narró como anécdota que su abuela le había contado que en los años 30 jugaba al escondite en el Salvador. “Siempre que voy al centro tengo la necesidad de entrar en la capilla y me siento en el banco derecho del fondo. Ahí tengo la perspectiva en la que al Señor le da la luz. Yo no soy hermano, pero salgo de allí con mucha fuerza”.
Los colaboradores del programa le preguntaron por el proceso de creación y sobre los nervios que pudieron surgirle. “No lo pensé, hubo momentos mejores, peores, no todo es bueno, te frustras, te cansas… Yo empecé a ponerme nervioso 2 días antes, cuando pensé en la repercusión que podía tener el cartel”, relató Gutiérrez Aragón y, añadió, “me llamó mi antecesor el día antes de la presentación y me dijo, “vive este momento porque va a ser inolvidable, este cartel es para sevillanos y cofrades, y no lo vas a volver a vivir en tu vida, tu estate tranquilo”. Y al día siguiente se me quitaron los nervios porque estaba disfrutando de mi gente, estaba feliz, emocionado”. El acto fue tranquilo, el día lo vivió muy intensamente. “Fui muy feliz”.
También se le preguntó al cartelista si pensaba que le había quedado algo sin hacer o si añadiría algo más. Éste afirmó que “es un cartel cristífero, yo soy de Cristo. Quise meterle elementos marianos, pero no encajaban en él. Tampoco quedaban bien más elementos”. Su madre, que había estado con él desde el primer momento, le aconsejó que no añadiese más por agradar a la gente, sino que lo hiciera por él.
El autor comentó que ahora se tiene que poner al día con los encargos atrasados, y espera que haya más. En apenas un año ha pintado el cartel universitario y el de la Semana Santa, siendo él junto con Beatriz Barrientos los cartelistas de la Semana Santa más jóvenes. En un futuro le gustaría pintar el de la Semana Santa de Triana y el paño de la verónica.
Para finalizar la entrevista, García Rayo le preguntó sobre la exposición de Murillo, “está siendo un exitazo”.
También hablaron sobre la problemática de que las bandas paguen por tocar y el autor afirmó que “amigos míos de las Tres Caídas se llevan horas tocando y ensayando, esta banda le da empaque a cualquier paso y ahora se les quiere quitar el trabajo. Me pongo en la piel de mis amigos y no me parece bien”.
El autor trajo a todos los periodistas y colaboradores del programa su cartel universitario firmado y dedicado para cada uno de ellos. Víctor lo despidió con una lámina de la esperanza y dándole la enhorabuena. “Gracias. Estoy feliz. He intentado hacer un cartel sevillano desde lo que es para mí Sevilla”.
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