Todavía con el recuerdo de las pasadas fiestas navideñas y a las puertas de una nueva cuaresma, el sabor de una tarde de café se hace más intenso cuando te impregnan con toda una vida llena de experiencias donde el arte ha acariciado todos y cada uno de sus pasos.
Es Miguel Caiceo una de esas personas cuya vida no ha sido fácil, pero que ha sabido hacerse a si mismo y conseguir con esfuerzo crecer como artista.
Con tan solo 20 años abandona Sevilla para ir a Madrid, sin conocer a nadie, a la aventura…. Y todo para ser artista…. Comienzos muy duros y difíciles….de eso hace más de 47 años,
Fue con mucha ilusión a la capital de España y allí estuvo 40 años. Paso hambre, necesidades, pero sabia que llegaría a algo…su ángel de la guarda le protegía, conoció a gente maravillosa. Hoy día puede decir que no se equivoco, y su carrera artística así lo atestigua.
A punto de retomar ‘Eterno Miguel de Molina’ donde recrea la vida del tonadillero malagueño junto a Chicky Álvarez, volverá a hacer las delicias de todo aquel que acuda a ver esta obra de teatro.
Contento con su participación en ‘Reflejos de Murillo‘ que rinden junto a 18 artistas de estilos muy dispares, su particular tributo al maestro sevillano.
Pero Miguel es muy cofrade, nacido en Santa Clara y hermano del Gran Poder, recuerda ir con su padre a ver cofradías, meterse en toda la bulla, pedir cera, llenarse de ella…Hasta salir de nazareno en su cofradía.
‘Nuestra Semana Santa es uno de los grandes museos de la humanidad‘, sentencia Miguel, ‘faltaría un museo de la Semana Santa en Sevilla‘. ¿Quizás con la participación de insignias de diversas hermandades que participen de manera rotativa? Es posible… ‘Creo que en el fondo no hay ganas de hacerlo‘…
¿Pero de donde viene esa afición que siente Miguel por el arte?….La respuesta es clara…’de siempre‘… Siendo niño, fue monaguillo de su parroquia de San Lorenzo, se quedaba embobado en plena misa mirando los retablos y las pinturas.
Su entusiasmo por el arte es máximo, abarcando todos los estilos, desde el contemporáneo hasta el religioso, así mismo es un gran enamorado de las antigüedades.
Hace siete años se planteó desarrollar su asignatura pendiente: la pintura. Empezó con mucha voluntad, exponiendo por primera vez en Triana y vendiendo 17 cuadros, uno de ellos a la Duquesa de Alba. A partir de ahí su pintura fue tirando sola y con mucho éxito.
Jugar con el color y el paisaje, la abstracción , el carbón…son todas las técnicas y estilos que a Miguel le gusta tocar, aunque de todas el collage es lo que le fascina, fundiendo siempre el mundo clásico con lo moderno.
Hay muchas cosas feas en el mundo. Crear belleza con el color y la composición, hace que la gente vibre y se emocione ante sus cuadros. Esa emoción es la que podemos encontrar en una exposición de Miguel Caiceo. ‘Son sensaciones que percibo con mucho miedo y alegría a la vez’
Pero sin duda lo afronta con una gran responsabilidad y con ganas de hacerlo cada vez mejor sin defraudar ni repetirse. ‘Si me divierte a mi, divertirá a los demás, ese es mi propósito‘ .
‘Con la pintura solo hace falta la soledad….y la magia de los colores….. tu energía es la que dirige la obra‘. Ya, ante las últimas pinceladas…..se detiene por un momento, para que quede fresco, sin meterle mucha materia pero a su vez no quedarse corto.
¿Y cómo llega Miguel Caiceo a la pintura cofrade? Lo hace de la mano de otro artista, Ricardo Suárez, tras unos cursos que realiza con él. Fue cuando le propuso que realizara la felicitación navideña de la Macarena. Para ello usó el Belén recortable que tenia de pequeño, ahí metió la imagen de la Macarena…Mi Belén para ti.
Auqnue esta fue su primera obra cofrade más conocida, es cierto que anteriormente, Antonio Bejarano le encargo un cartel para un libro que iba a editar sobre su pregón de Sanlúcar.
Más tarde llegaría el Cartel para ABC, ‘Cristo roto‘….Ahora está terminando su trabajo para la revista Estrella. Ha compuesto un collage, con un claro homenaje al Cristo de las Penas, aunque de alguna manera la Virgen estará presente, al igual que elementos trianeros como el Puente….
¿Innovar en el arte cofrade? ‘Es casi imposible. Andalucía es maravillosa pero extraordinariamente clásica y algo inmovilista en el arte‘.
‘Hoy no se puede pintar como hace 100 años. La pintura, el arte, también evoluciona….no podemos caer en los mismos temas que hace siglos. ¿Qué pintaría Picasso si hubiera vivido en Sevilla?‘ ‘Hubiera hecho obras maravillosas’.
Miguel Caiceo entiende el arte desde la alegría y la luminosidad, ‘así debemos amar a Dios y a la Virgen, de una manera moderna y bonita para comunicarnos a los demás’
Del joven Caiceo con 20 años que fue para Madrid aun quedan muchas cosas, su espíritu que le hace estar lleno de vida y de ilusión. Una ilusión que se renueva cada día, en sus paseos por los rincones de Sevilla, disfrutando cada paso que da.
De la Semana Santa admira el trabajo que hay detrás para que todo salga perfecto, ese patrimonio del que somos todos responsables. Pero…si, hay un pero…no le gusta esa masificación que desde el punto de vista turístico estamos viviendo, con gente que no sabe comportarse y que rompe la magia en algunos rincones….
En definitiva Miguel Caiceo es un enamorado de la Semana Santa, de la Virgen de los Dolores del Cerro, que viste su gran amigo Paquili. De la Estrella, Cigarreras, Esperanza de Triana…… Disfrutando siempre tanto de la música como del silencio….
(Fotografías José Alberto Rodríguez)
