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Se marchó…

Hace 5 días que ha pasado y ya se pierde en el tiempo, es como querer coger el agua con las manos, se escapa por entre los dedos y solo te queda al final la humedad en las manos de que lo has vivido, de que es cierto, de que no ha sido un sueño, pero como el año pasado, como los años anteriores, como toda tu vida, ha sido tan rápido que, cuando empezabas a disfrutar de ella, se escapa y se pierde en el recuerdo. El domingo de Ramos, nos levantábamos temprano, para poder prepararnos y echarnos a la calle y ver la entrada triunfal de Jesús en Jerusalen y sin darnos cuenta, antes de despertar de nuestro sueño, veíamos perderse en el arco de su iglesia al Jesús resucitado que nos indica que todo ha acabado, que todo vuelve a quedar en nuestra memoria. Es hora de ver fotos, vídeos, recuerdos, pero sobre todo de tener presente que hemos tenido la suerte una vez mas, de recrear y vivir la pasión, muerte y resurrección de Jesús y que toda esta parafernalia, heredera del concilio de trento, es solo para recordarnos que una persona vivió y murió por nosotros, para que tuviéramos conciencia de que estábamos haciéndolo mal y que debíamos cambiar, aunque 20 siglos después, seguimos haciendo las cosas mal y esta vez no hay un Jesús de Nazaret que nos proteja y nos libre del mal.

Seguimos viendo lo superfluo, seguimos sin observar lo realmente importante, los valores se pierden y el respeto, ha dejado de existir. Cofradías que pasan por calles, atestadas de gente, que consumen, latas de refrescos o cerveza, bocadillos o pipas, cuando pasan las imágenes sin guardar un mínimo de respeto, no se deja de hablar o se baja el volumen, no se dice a los niños que dejen de molestar, se observa pero no se ve, solo ven pasar las cofradías, pero sin animo de aprender lo que ven delante de ellos, el curso catecumenico que es una cofradía, ha dejado de serlo, para convertirse en una fiesta, sin mas, estamos perdiendo nuestros valores y solo nos interesa el espectáculo, no el trasfondo. Se marchó, un año mas, paso, y volvemos a pensar en el año que viene, en que llegue de nuevo, en que pronto nos riegue y nos deje las manos húmedas de nuevo, sin pensar, que cuanto mas rápido se nos acerque y pasen los años, mas rápido se nos esfuma los momentos vividos, disfrutemos del tiempo de espera, porque ese tiempo es el que nos hace, que cuando llegue la Semana Mayor, nuestra ansiedad, nos hará disfrutar muchísimo mas.